Guía básica para la elaboración de proyectos audiovisuales en el aula (II) @ele_mentales
Tras preparar nuestro proyecto, materiales, y espacio de rodaje, toca ponerse a grabar. Bien. A grabar se aprende grabando, se suele decir, pero ¿Así sin más?, ¿me lanzo a la piscina sin flotador?.
Que no cunda el pánico. Veamos algunas normas básicas de la sintaxis audiovisual.
1. La primera norma, de obligadísimo cumplimiento, NUNCA GRABES EN VERTICAL.
La práctica totalidad de los reproductores tienen una disposición horizontal. Esto es porque nuestros ojos mismos están dispuestos en horizontal (el ojo humano tiene un ángulo de visión de aproximadamente 140º en horizontal, frente a aproximadamente 80º en el plano vertical).
Aunque es cierto que tenemos reproductores que funcionan en vertical (teléfonos y tablets, por ejemplo), lo general es que cuando queremos disfrutar de un vídeo, los llevemos a pantalla completa y giremos las pantallas.
Aun si dejamos nuestro teléfono o tablet en vertical, el dispositivo redimensionará (letterbox) nuestro vídeo, y al hacerlo proporcionalmente, nuestro vídeo se encogerá. Aun en un dispositivo vertical, un vídeo horizontal suele verse con más superficie que uno vertical.
Por último, al tratarse de un lenguaje artístico, las normas de la sintaxis audiovisual se pueden transgredir, pero sería apropiado que esto estuviera justificado (video experimental, justificado por cuestiones de la narrativa, etc.), como por ejemplo hace Xavier Dolan en Mommy, grabando en formato 1:1.
2. Ley del eje.
Cuando queremos grabar más de un elemento, y desde más de un ángulo (por ejemplo, una conversación, una persecución…), debemos seguir la ley del eje para no crear confusión entre el público.
Para esto, trazaremos una línea imaginaria entre dos objetos o personas. Nos colocaremos con la cámara a uno de los lados de esta línea, y jamás la cruzaremos. Desde este lado podemos hacer cuantas tomas y planos queramos, pero sin pasarnos al otro. De este modo, ambos personajes aparecerán siempre en el mismo lado de la pantalla, y no generaremos confusión al espectador.
Para esto, trazaremos una línea imaginaria entre dos objetos o personas. Nos colocaremos con la cámara a uno de los lados de esta línea, y jamás la cruzaremos. Desde este lado podemos hacer cuantas tomas y planos queramos, pero sin pasarnos al otro. De este modo, ambos personajes aparecerán siempre en el mismo lado de la pantalla, y no generaremos confusión al espectador.
Imaginemos que transgredimos esta norma en, por ejemplo, una persecución de coches. Cada vez que con las cámaras nos saltemos el eje, la dirección en que vemos los coches correr cambiará, y no sabremos si se persiguen, o si chocarán.
De nuevo, podemos transgredir esta norma bajo contextos justificados. Como hacía el programa 7ª de caballería en TVE2. Sin embargo, y como podemos ver en este mismo ejemplo, pese a estar justificado por criterios artísticos o estéticos, es complicado no generar confusión al espectador.
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